Me gusta jugar
con la ambigüedad de la certeza,
con el desorden del equilibrio,
con el eco del silencio,
con las dudas de la decisión.

Y nadie necesita explicación,
basta con que nosotrxs dos lo entendamos.
Que este juego arranca
en la punta de tu ridiculez
y termina en la rispidez
de mi aburrimiento.

Me alivia que no tengamos que gritar ni siquiera
“¡basta para mí, basta para todxs!”
porque las reglas las pusimos
ese día que nos aprendimos de memoria.

Que los casilleros se duplican
conforme mutan nuestras asperezas;
que conformarse no es una opción
y lxs que lo hacen me dan mucha pena;
que tus absurdos argumentos
me enfurecen
y últimamente te esforzás más por hobbie
que por ego;
que el silencio anuncia empate
en la rotonda estrafalaria
del cansancio.

Que querernos así de complicadxs
nos resuelve todos los quilombos
de la vida;
que me desafíes en la cornisa
es la idea más macabra
que abrazo desde que te vi por primera vez;
que te comas mis tostadas quemadas
y me pidas un mate más
aunque tenga una pinta más polémica que Chernobyl
es el gesto más noble que hizo nadie por mí;
que critiques el punto y coma
de mi canción preferida
sólo para que yo la ame un poquito más
y la escuchemos toda la tarde en loop
es el detox que sopapea a todos lo que ya probamos
después de una eterna jornada laboral.

Qué se yo…
Me gusta jugar
con la anarquía de tus exhalaciones,
al son de tus pasos desalineados y sin ritmo,
a la orilla de la desidia para no perder la costumbre,
a contramano de las bicis que siempre se pierden en esa esquina mal señalada,
en la adversidad de no soñarte…
porque al abrir los ojos te tengo de todas las formas que necesito.

Me gusta este juego
que no tiene explicación
y que nadie entiende;
me fascina que todxs sean tan ajenxs
a esta manera tan retorcida
de querernos a los tumbos,
en los acordes desafinados
y en la neuralgia de la monotonía.

Me gusta tanto este juego
de que no seas ni busques ser perfecto,
que el punto de llegada es algo que hace rato no te importa
porque en la carencia de todo lo que nos falta
vivimos nuestras mejores citas
y nos volvemos jodidamente completxs.

Me gusta tanto este juego…