¿Vieron que hay tutoriales para todo,
desde lo más indescifrable
hasta los tres pasos más sencillos?
Hay tutoriales para lo menos pensado
y, también, para lo más obvio,
incluso, para aquello de lo cual
todavía desconoces su existencia.
Hay tutoriales para todo,
bueno, para CASI todo.
Suelo pasar bastante tiempo navegando
en Google y en las distintas paradas
que me ofrece el ‘buscador’.
Y, sin embargo, aún no pude encontrar una capacitación
que nos instruya en el arte divino
o en la nefasta mala costumbre
de cerrar bien la puerta al marcharnos
sin romper nada
ni lastimar a nadie.