Lo no dicho no se desvanece junto a los rostros del pasado. Sólo se adormece, esperando el momento inoportuno para volver a despertar y recordarnos que todavía sigue ahí, germinando, multiplicándose porque no supimos cortarlo de raíz.
Etiqueta: palabras
Libre albedrío
No siempre tengo ganas de explicar los textos que escribo.
La fragilidad de las palabras
¿Se dieron cuenta la liviandad con la que soltamos las palabras? Basta con que una sola de ellas se contradiga para entrar en zona de derrumbe.