Migajas de luz sobre trozos de papel

Arrojé al agua un poema que escribí hace muchos años
y me gustaba bastante.
Bah, ahora que lo pienso,
no sé si me gustaba lo que había escrito
o lo que sentía en ese momento.

No pude tirarlo a la basura,
tampoco tacharlo ni hacerlo un bollo.
Me limité a arrancarlo
y esperar el momento indicado.
Quería darle un final distinto.

Hace dos días me vine para la costa.
Después de tantos virus y cepas,
de tanto insomnio y muchedumbre,
de tanta intensidad y vértigo citadino
necesitaba un reencuentro con el mar.

Al primer contacto,
nos dedicamos a contemplarnos varios minutos
en silencio.
Entre oleaje y oleaje sé que me susurró
lo que mi cabeza se negaba a decodificar.

Vieron que, a simple vista, parece inofensivo,
domado por una fuerza que no lo deja llegar
más allá de la orilla
como si con el romper de cada ola
pudiera demostrar toda su bravura,
toda esa libertad que lo identifica
pero no deja de ser más que eso:
un golpe que deshace y vuelve a rearmar
solo lo que debe seguir.

Esta idea me persiguió hasta hace un rato
cuando daba una vuelta por el muelle.
Hay una perspectiva distinta desde allí,
como si nuestros ojos pudieran captar justo el punto
donde se unen el horizonte con la profundidad.

Perdí la cuenta de las veces que me colgué mirándolo ser.
Por supuesto, mi cuaderno de poemas me acompañó
(y el que quería olvidar también).
Rompí la hoja en varios pedacitos y le pedí
perdón al mar por lo que iba hacer
(nota mental: jamás, bajo ninguna circunstancia,
arrojen basura al agua).

Dejé volar desde la altura del muelle
uno a uno los pedacitos de papel.
Quería probar si el mar podía rehacer lo que debía permanecer.
Nada volvió esta tarde
excepto un trocito que jamás tocó el agua.
El viento hizo efecto boomerang y me lo refregó en el rostro.

Decía:
como el sol que vuelve a nacer cada mañana,
como la capacidad de asombro extinguiéndose
cada primavera
esforzándose por zafar las piernas de las arenas movedizas
de su soledad,
siempre quedan sobre la mesa migajas de luz
para volver a
empezar.

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