Y qué absurdo parece ahora
no poder conciliar el sueño
por razones que ya no existen;
y qué insignificante el transcurrir del tiempo
cuando en un parpadeo
el calendario volvió a quedarse sin hojas;
y qué indispensable resulta el sol
cuando la tormenta de la noche anterior
arrasó con todos los muebles de la casa;
y qué simple parece la vida
cuando te encontrás tomando una taza de café en el jardín
un domingo cualquiera sin que nada te perturbe;
y qué sombrío luce el barrio
sin un perri al que acariciar y que cuide tus pasos
hasta que te subís al próximo bondi;
y qué insulsa desfila la ciudad
sin su caos ensordecedor de autos
que vienen y van por la vía sin fin
de la indiferencia;
y qué lejano queda ahora aquel noviembre
en el que me pedías “un ratito más…”;
y qué injusta actúa la memoria
cada vez que te recuerdo sonriéndole a mi yo del pasado
que no sabe nada de vos en el presente;
y qué embustero se figura el “para siempre”
cuando amanezco con el lado derecho de la cama vacío
otra vez;
y qué repetitivas suenan estas palabras
cada vez que se asoma fin de año
y se me da por extrañarte.
el tiempo es cruel, pues suele correr más rápido en brazos amados y más lento en la soledad…besos al vacío desde el vacío
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Transcurra rápido o lento siempre es cruel. Gracias. Saludos.
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